Galletas Gullón es uno de los principales fabricantes de galletas de Europa. Fundada en 1892 es la única empresa galletera familiar centenaria que se mantiene en el sector.
Su constante esfuerzo innovador le ha llevado a situarse como la primera empresa del sector en España y liderar la categoría de ‘galleta-salud’. Con el fiel compromiso por la salud de los consumidores, no podía ser diferente el compromiso con las personas que trabajan en Gullón.
Hablamos con Paco Hevia; su Director Corporativo, al que conocimos en el II Congreso de Empresas Saludables, sobre la experiencia que han acumulado durante, nada más y nada menos, que 130 años en el desarrollo de la Cultura Organizativa y de Bienestar.
¿Quién es Paco Hevia y qué papel juega en Galletas Gullón?
Un profesional experto en empresas familiares, y actualmente Director Corporativo en Galletas Gullón gracias a la confianza que ha puesto en mi nuestro Consejero Delegado, Juan Miguel Martínez Gabaldón, para liderar las funciones de Recursos Humanos, Sostenibilidad, Gobierno Corporativo, Asesoría Jurídica, Compliance, Gestión de Riesgos y Comunicación, entre otras funciones.
“Más de 130 años horneando Galletas”.¿Qué valores han permanecido intactos y cuáles habéis añadido durante este largo recorrido?
Desde el inicio se ha mantenido el saber hacer y la pasión por la galleta, y se han ido incorporando valores como la innovación, la eficiencia, la calidad, la salud y la sostenibilidad para alcanzar el propósito que la familia Gullón ha fijado.
En todo este tiempo, ¿Cuál crees que ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado Gullón en relación a la Gestión de Personas?
Acompasar el intenso crecimiento de la empresa en los últimos años al mantenimiento de la Cultura Corporativa. En estos últimos 10 años hemos duplicado la plantilla, superando las 2000 personas. Esta fuerte incorporación de talento hace que haya casi más personas “nuevas” que personas con experiencia y cultura de Gullón.
Ir acompañando a los nuevos, y dar protagonismo a los históricos es un ejercicio de responsabilidad que generar una adaptación ágil a la cultura a la vez que permite que esta se refresque con nuevos imputs.
El mercado laboral es cada vez más complejo y encontrar talento se convierte en una misión, a veces, “imposible” para las empresas; especialmente en zonas más despobladas. ¿Qué estrategia seguís a la hora de seleccionar a las personas que se incorporan a vuestro proyecto?
Por nuestra localización en la España Vacía, nuestra estrategia es aprovechar todo el talento local posible, y desarrollarlo dentro de nuestro modelo, y actualmente lo estamos completando con la incorporación de profesionales de alto valor de ciudades cercanas como Palencia, Burgos o Santander para acelerar nuestro desarrollo en aquellas funciones donde no tenemos disponible talento local.
Trabajamos intensamente para evitar el “estudia y vete” que se ha ido imponiendo en las zonas rurales, y dar visibilidad a las personas de la comarca sobre la posibilidad de que vean potencial a sus carreras laborales en la comarca.
También estamos trabajando para que aquellas personas que un día emigraron, y que quizá estén en una situación precaria en otras zonas, valoren volver a sus zonas de origen para finalizar su vida profesional.
Os sumasteis a la iniciativa “Vente a vivir a un pueblo”, ¿Nos puedes explicar en qué consiste y cómo está siendo vuestra experiencia en Gullón?
Nos incorporamos a esta, y a otras muchas iniciativas que confluyen en poner en valor los entornos rurales como posibles ubicaciones para desarrollo de planes de vida. Nos interesa poner de manifiesto que se vive y se puede vivir muy bien en estos entornos, y sin tener que renunciar a tener carreras profesionales importantes.
La idea que manejamos es apoyarnos en organizaciones expertas en la detección y atracción de talento a estas zonas rurales. Somos muy conscientes de que sabemos hacer galletas, pero que hay otras muchas cosas que no dominamos, como tener una oferta laboral atractiva para las nuevas generaciones y que permita poner en valor la vida en entornos rurales.
Para lograrlo nos apoyamos en organizaciones, con y sin ánimo de lucro, que centran su actividad en poner de manifiesto que las zonas rurales son una buena opción para vivir, y nos ayudan a gestionar la detección y el aterrizaje de estos perfiles en la Montaña Palentina.
Si hablamos de Responsabilidad Social Corporativa ¿Cuál crees que es el mayor valor que aporta Galletas Gullón a las personas de su equipo y a la comarca de Aguilar de Campoo?
La primera y más importantes es generar actividad económica, a través del empleo, la compra local y el pago de impuestos locales, en la comarca de Aguilar de Campoo, que es nuestra casa.
Por otro lado, tenemos implantado un Plan Aguilar para el desarrollo de las actividades culturales, el cuidado del medio ambiente, la colaboración público privada en el desarrollo de actividades sociales de impacto, etc.
¿Cómo una empresa familiar de más de 2.100 puestos de trabajo consigue una comunicación efectiva a toda la plantilla?
La clave es mantener una Cultura clara y bien definida, que defendemos y seguimos impulsando por la vía más eficiente, la de los hechos, y a la que acompañamos con un plan de diálogo con los empleados en el que tenemos abiertos los diferentes canales de comunicación interna, como la intranet, el canal de móvil 360º para llegar a toda la plantilla, la cartelería y la comunicación interna basada en los mandos intermedios, para explicar lo que hacemos y poder escuchar como es percibido por las personas que han decidido trabajar con nosotros.
En el II Congreso de Empresas Saludables te escuchamos decir “Si la compañía trabaja por la salud de los consumidores, no tiene sentido no hacerlo por la vida de las personas que trabajan en Gullón”, ¿Cómo incentiváis la Cultura de Bienestar y la Salud en un equipo tan numeroso?
El concepto del Bienestar en entornos rurales es mucho más sencillo, lo que las personas que trabajan con nosotros nos reclaman es que tengamos unas buenas condiciones laborales, que mimemos la Prevención de Riesgos Laborales en todas sus dimensiones e impulsemos una Cultura de respeto a todas las personas.
Con este enfoque, desde el área de Recursos Humanos trabajamos para desarrollar todas las herramientas necesarias para ejecutarlo, desde el Plan de Igualdad, al Plan de Diversidad, el Plan de Movilidad, el Certificado EFR para el fomento de la conciliación, la política de desconexión digital, la implantación de la ISO 45001 para el fomento de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, etc.
En los últimos casi 40 años Gullón la Presidencia de Gullón ha estado (y está) en manos de dos mujeres que aportan su esencia a la compañía, ¿Cómo influye el liderazgo femenino en la Gestión de las Personas?
Es clave para nosotros, tanto María Teresa Rodríguez, como Lourdes Gullón han marcado una dirección clara al respecto. Las personas están en el centro de la organización. Fabricamos galletas para que las consuman personas, para que las comercialicen personas, compramos a proveedores en los que trabajan personas y contratamos a personas.
Si queremos que la organización funcione, necesitamos unir las motivaciones de todos, lo lograr que trabajen en busca de un objetivo común.
Como dice siempre nuestra presidenta de honor, María Teresa, “entre todos hacemos todo”, y necesitamos de todos para que funcione bien la organización.
Y para terminar, ¿Qué pequeñas cosas o detalles crees que hacen que los empleados de Galletas Gullón se sientan valorados en el día a día?
Sobre todo sentirse “gullonistas”, ver que el propósito de la empresa es parte de su vida, y que haciéndolo bien, les permite tener una vida digna en su pueblo de referencia.
Para ello, intentamos que todo el mundo se sienta lo realmente importante que es para que el sistema funcione y el trabajo salga adelante.
La manera de relacionarnos es muy profesional, centrada en el trabajo y en sacar adelante el día a día, pero eso no oculta a todos que estamos involucrados en desarrollar un modelo de empresa que nos haga relevantes en el sector y sostenibles en el largo plazo.